Caracal (Caracal caracal)

El caracal (Caracal caracal) es un felino africano y asiático que destaca en cuanto a sus características por la fuerza de sus extremidades, con las que consigue cazar aves de un solo salto. Aunque pueda parecerse físicamente a un lince, debido a su rostro y mechones negros, es un animal completamente distinto.

Caracal (Caracal caracal)

Características

El pelaje del caracal es denso y corto con un color que varía entre tonos grises o rojizos. Aunque en ciertas épocas del año, pueden presentar variaciones de tonos más marrones o amarillentos. También, su pelaje se caracteriza por no ser uniforme y tener pequeñas manchas en el cuerpo que provocan estos cambios de tonalidad.

Cabe destacar que este animal está catalogado dentro del género Caracal, donde se encuentra también el gato dorado africano (Caracal aurata) que comparte multitud de características de este felino.

En su rostro y cabeza, de tamaño pequeño comparado con su cuerpo, se sitúa una nariz negra y prominente que sobresale de su hocico.

Justo debajo de ella, se encuentra su boca, rodeada de bigotes y equipada con afilados dientes y una poderosa mandíbula.

Caracal con sus características grandes patas.

Siguiendo con una de las características más distintivas del Caracal, destacan sus orejas grandes y puntiagudas. De hecho, estas orejas, cubiertas de pelo negro en el exterior, pueden medir hasta 13 centímetros de largo. Al igual que los linces, encima de las orejas se sitúan dos mechones negros característicos del género Caracal.

Debido a la posibilidad de girar las orejas en múltiples direcciones, el caracal tiene un sentido muy agudo para localizar presas y captar sonidos de baja frecuencia. Los ojos del caracal, adaptados para la visión nocturna, son una mezcla de color marrón, ámbar, gris e incluso azul. Además, poseen una franja negra distintiva alrededor de cada ojo, como si una máscara de ojos se tratara, que ayuda a reducir los reflejos del sol y mejorar su enfoque visual durante la caza.

Finalmente, destacan unas patas largas y musculosas que le permiten realizar saltos sorprendentes. De hecho, el caracal puede saltar hasta 3 metros de altura desde una posición estática para atrapar aves en pleno vuelo. Estos saltos son posibles gracias a sus poderosas extremidades traseras y una estructura ósea especial en sus finas patas.

Hábitat

El hábitat del caracal está ampliamente distribuido en diversas regiones de África, Oriente Medio y partes de Asia. En África, el felino vive en el norte de Egipto, Níger, Nigeria, Chad, Sudán, Etiopía, Tanzania, Angola, Zambia, Namibia, Sudáfrica y Botsuana. Y, en Asia, el felino vive en la costa de Arabia, Irán, suroeste de Turquía, India y Pakistán.

Caracal: Felino característico de África y Asia.

El nicho ecológico del caracal varía dependiendo de la región, pero generalmente se encuentra en áreas semi áridas, sabanas, bosques abiertos y zonas montañosas. De hecho, el Caracal caracal se adapta a diferentes tipos de terrenos, desde desiertos hasta áreas boscosas.

Debido a su situación geográfica en África, compite en su hábitat con grandes depredadores como el león, leopardo y guepardo. Sin embargo, este animal siempre evita el contacto con ellos y busca un territorio fuera de su presencia para evitar cualquier amenaza.

Caracal hembra (Caracal caracal)

Siguiendo con su comportamiento social, el caracal es un felino territorial y solitario. Aunque el tamaño de su zona puede variar, los machos suelen tener territorios más grandes y superpuestos al de las hembras.

La actividad diaria del caracal es principalmente crepuscular y nocturna, lo que significa que es más activo durante el amanecer y el atardecer, así como durante la noche. En consecuencia, durante el día, tiende a descansar en áreas cubiertas, como cuevas, matorrales densos o bajo árboles. Esta adaptación a ser principalmente activo durante la noche, le permite evitar las altas temperaturas diurnas y también cazar presas que son más activas durante la oscuridad.

Subespecies de Caracal según hábitat y región

Según el hábitat y región donde viva, el caracal está dividido en hasta 8 subespecies que, anatómicamente, son iguales entre todas ellas. Sin embargo, pueden variar en tiempos de reproducción, alimentación y coloración física, según la adaptación al clima y el ecosistema de cada país.

  • Caracal caracal caracal: Desde sur de Egipto a Sudáfrica.
  • Caracal caracal algira: Namibia, Marruecos y Angola.
  • Caracal caracal damarensis: Franja del norte de África.
  • Caracal caracal limpopoensis: Transvaal y Botsuana (Comparte hábitat con el león blanco de Transvaal).
  • Caracal caracal lucani: Congo y Gabón (Misma zona que el leopardo africano y el león del congo).
  • Caracal caracal nubica: Sudán, Somalia y Etiopía (Compite por el nicho ecológico con el guepardo sudanés).
  • Caracal caracal poecilotis: Nigeria y Níger.
  • Caracal caracal schmitzi: El caracal asiático, situado en Oriente medio e India.

Alimentación y caza

La alimentación del felino es carnívora, por lo que el caracal come aves, liebres, roedores, jóvenes antílopes y pequeñas gacelas, además de reptiles e insectos.

Alimentación del caracal, cazando una ave.

En promedio, un caracal adulto puede consumir alrededor de 1,5 a 2,5 kilogramos de alimento por día. De cualquier manera, esta cantidad puede variar según la disponibilidad de presas y las necesidades individuales del animal.

La caza del caracal es una muestra de su impresionante agilidad y habilidad para saltar. En primer lugar, emplea una estrategia de acecho y emboscada. Debido a su excelente visión nocturna y audición puede localizar otros animales sin ser detectado. Después, se acerca sigilosamente aprovechando la vegetación hasta que está lo suficientemente cerca para atacar.

Una de las técnicas más notables del caracal es su capacidad para saltar y atrapar aves en el aire. Es capaz de saltar hasta 3 metros de altura desde una posición estática gracias a sus poderosas patas traseras que le permiten realizar movimientos rápidos y precisos.

Al contrario, también utiliza emboscadas terrestres. Para ello, se agazapa en la vegetación y espera pacientemente hasta que una presa se acerque lo suficiente. Así, con un ataque rápido y certero en salto, sorprende a sus presas para derribarlas con sus afiladas garras.

Celo y cortejo

Durante el celo de la hembra, los machos y las hembras de Caracal emiten vocalizaciones por la noche para atraer a sus potenciales parejas. Debido a la gran cantidad de machos en ciertas zonas del Serengueti de África, los machos luchan entre sí por el derecho de aparearse con una hembra en particular.

Seguidamente, una vez que la hembra ha elegido al macho, éste comienza a realizar movimientos elegantes y exhibiciones de comportamiento para impresionarla. Entre ellos, destacan giros y saltos, una de las especialidades físicas del Caracal caracal. También, une esta actitud con el frotado de su cabeza y cuerpo contra la hembra.

Reproducción

La reproducción del caracal es vivípara, las crías se desarrollan dentro del cuerpo de la madre en una gestación de alrededor de 70 días.

Caracal bebé.

La camada típica del felino suele constar de dos a cuatro cachorros, aunque pueden nacer hasta seis en casos excepcionales.

La madre cuida y amamanta a sus cachorros, que nacen ciegos y con un pelaje fino y vulnerable. Los cachorros de caracal comienzan a abrir los ojos alrededor de los diez días de edad y empiezan a explorar su entorno cercano, pero siempre cerca de su escondite.

A medida que los cachorros crecen, la madre comienza a introducir alimentos sólidos en su dieta. Aproximadamente al mes y medio de edad, los cachorros salen de la madriguera y siguen a su madre en expediciones de caza. Así, aprenden las habilidades básicas a la vez que aprenden a atrapar a pequeños insectos y ratones.

Cachorros de caracal.

La relación entre la madre y los cachorros es cercana y protectora. De hecho, mientras que la madre se encarga de su alimentación, cuidado y protección, el macho fecundador no tiene ningún rol en la crianza.

Alrededor de los nueve meses de edad, los subadultos del Caracal caracal abandonan a su madre y se dispersan para establecer su propio territorio. Sin embargo, en caso de dificultad, la madre los puede ayudar progresivamente hasta alrededor del año de edad. Finalmente, una vez que la hembra se queda de nuevo solitaria, entrará eventualmente en celo y comenzará un nuevo ciclo de reproducción.

Estado de conservación

El caracal (Caracal caracal) es considerado una especie en estado de «Preocupación menor», por lo que no está en peligro de extinción.

De entre las amenazas que enfrenta este felino, destaca la caza ilegal y el tráfico de especies debido a la piel del caracal. Además, la expansión humana provoca el movimiento de grandes grupos de animales y, debido a que comparte hábitat con grandes depredadores, tiene que buscar de forma habitual nuevos territorios donde vivir.