Gato herrumbroso (Prionailurus rubiginosus)
El gato herrumbroso (Prionailurus rubiginosus) es el gato salvaje más pequeño del mundo, un felino asiático que se caracteriza por su pelaje de color herrumbroso con tonos rojizos y matices grises.
Características
El cuerpo del gato herrumbroso es delgado y ágil, con una longitud que varía entre los 32 y los 41 centímetros y un peso que oscila entre 1 y 1,5 kilos. Siguiendo con su pelaje herrumbroso, suave y corto, tiene una variación de colores base que van desde el marrón claro al gris oscuro.
Además, presenta manchas negras o rojas que forman patrones irregulares en todo su cuerpo y que hace a cada individuo único. Asimismo, su cola es relativamente corta y, en ocasiones presenta anillos oscuros a su alrededor, dándole una apariencia distintiva en su hábitat.
Es más, su cabeza es redonda y tiene grandes ojos redondeados de color amarillo o verde, con un borde negro. De manera similar a su tamaño, las orejas del Prionailurus rubiginosus son pequeñas y redondeadas, con una coloración mucho más clara que los tonos de su cuerpo.
Por último en cuanto a su físico, destacan unas almohadillas en sus patas acolchadas que le permiten desplazarse de manera sigilosa por su hábitat. Y, en cuanto a su tamaño, el gato más pequeño del mundo posee una apariencia similar a la de un gato doméstico.
Debido a su pequeña dimensión pero fuerte constitución, posee un cuerpo flexible y ágil con el que puede moverse con facilidad en terrenos difíciles y estrechos. Así, la subespecie Prionailurus rubiginosus tiene una gran ventaja a la hora de cazar y escapar de los depredadores.
¿Gato herrumbroso doméstico?
No es recomendable ni legal tener un gato herrumbroso doméstico y como mascota en la mayoría de los países, ya que esta especie, además de ser salvaje, se encuentra protegida en su hábitat natural. De hecho, su captura y comercio están prohibidos por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Hábitat
Siguiendo con el hábitat, el gato herrumbroso vive principalmente en el sur de la India, aunque en menor medida se encuentran pequeñas poblaciones fragmentadas en Sri Lanka. De manera similar a los felinos salvajes, su nicho ecológico engloba desde selvas tropicales y bosques húmedos hasta zonas semidesérticas o matorrales.
Siguiendo con su comportamiento y rutina, el gato herrumbroso es un pequeño depredador solitario y territorial. De hecho, tiene un comportamiento nocturno y es raro verlo durante el día. En cuanto a sexos, los machos pueden tener un territorio de hasta 6 kilómetros cuadrados, mientras que las hembras tienen un territorio más pequeño y exclusivo.
Durante el día, el gato herrumbroso suele dormir en lugares protegidos, como cuevas o arbustos densos. Aunque son animales solitarios, la subespecie Prionailurus rubiginosus puede vivir en lugares con otros animales, especialmente en zonas de alta densidad.
De hecho, a menudo comparte hábitats con otros grandes depredadores como el leopardo o el tigre con los que evita el contacto directo. Por último, destaca que este felino no es hostil ni agresivo, seguramente debido a su pequeño tamaño. En consecuencia, tiende a vivir escondido o en lugares seguros donde no se siente amenazado por ningún otro animal.
Alimentación y caza
El gato herrumbroso come pequeños mamíferos tales como roedores, conejos, ardillas y lagomorfos en general. También, pueden comer pequeños pájaros aves, reptiles y anfibios.
Debido a su pequeño tamaño y nocturnidad, el Prionailurus rubiginosus se mantiene camuflado y es indetectable para sus presas. Así, mediante el acecho y la espera paciente, despliega su agilidad y velocidad para atrapar a sus presas por sorpresa de un solo salto.
Generalmente, se estima que un ejemplar adulto consume entre el 5 y el 7% de su peso corporal en alimentos por día. Por lo tanto, un gato herrumbroso de 1 kg podría requerir entre 50 y 70 gramos de alimento por día. Sin embargo, esta cantidad puede variar según la edad, el sexo, la actividad, la salud del animal y la cantidad de presas disponibles.
Celo y cortejo
Las gatas herrumbrosas entran en celo habitualmente en la época de lluvias de La India, entre Julio y Septiembre. Durante estos meses, la hembra se vuelve muy vocal, emitiendo sonidos por el bosque y marcando la zona con orina para ser encontrada por algún macho.
En caso de ser escuchada, la subespecie Prionailurus rubiginosus tienen un breve cortejo en el que se olfatean y juegan entre sí. En consecuencia, si ambos se aceptan, tendrá lugar el apareamiento.
Reproducción
Tras una gestación de entre 60 y 75 días, la reproducción del gato herrumbroso se culmina con un nacimiento de dos bebés gatitos de media.
Los pequeños ejemplares de Prionailurus rubiginosus nacen con los ojos cerrados y pesan alrededor de 60-100 gramos. Por esta razón, las madres, principales responsables del cuidado de los gatitos, les proporcionan leche a lo largo del día. Después, alrededor de las cuatro semanas de edad, los pequeños herrumbrosos comienzan a tener fuertes sus primeros dientes, con los que empiezan a comer alimentos sólidos.
De manera similar a todos los felinos, el padre no tiene ningún rol más allá del apareamiento. Aunque, en gatitos criados en cautiverio, es común que el padre se quede junto a ellos, contrario a su actitud en la naturaleza.
Finalmente, un ciclo de reproducción del gato herrumbroso termina alrededor de los 6 meses de edad. En ese momento, los gatos maduros o en proceso de maduración, se adentran en el bosque, fuera de la zona de la madre para buscar su propia vida y territorio.
Estado de conservación
El gato herrumbroso (Prionailurus rubiginosus) no está en peligro de extinción, aunque debido al declive, se considera una especie “Casi amenazada”.
La deforestación, pérdida y fragmentación del hábitat del felino es la principal causa de su declive. Sobre todo, debido a que sus presas se trasladan a otros lugares, fuera de la comodidad del gato herrumbroso. En consecuencia, tiene que salir de su nicho ecológico y buscar territorios nuevos para poder alimentarse, con el peligro que conlleva al estar en zonas donde habitan tigres.
De cualquier manera, existen muchos ejemplares en cautividad en zonas de conservación europeas con crianza asistida para fomentar su conservación.