Gato leopardo (Prionailurus bengalensis)
El gato leopardo, científicamente Prionailurus bengalensis, es una subespecie felina originaria de Asia, por ello es comúnmente llamado gato leopardo asiático o gato con manchas de leopardo. Aunque de tamaño relativamente pequeño, es un gato salvaje y poderoso que se distingue del resto por su característico pelaje con patrones únicos de manchas similares a las de un leopardo.
Características
El gato leopardo destaca por su hermoso pelaje que puede ser amarillo-dorado, plateado y gris o incluso blanco. Sobre él, destacan patrones únicos de manchas o rosetas irregulares que se asemejan a las del leopardo, de ahí su nombre. Aunque estas manchas varían en tamaño y forma en cada ejemplar, suelen ser de color negro, gris o marrón oscuro.
Posee una subespecie denominada gato de Iriomote, endémica de la isla japonesa que, aunque no lo parezca en aspecto y pelaje, es similar anatómicamente.
Además de la característica visual, este patrón de manchas proporciona al gato leopardo un excelente camuflaje en su entorno natural. Por esta razón, el gato leopardo asiático tiene una ventaja al cazar, ya que no es detectado por sus presas y, a su vez, por otros depredadores.
En cuanto a la forma de su cara, el Prionailurus bengalensis tiene un rostro redondeado con ojos grandes y almendrados de coloración amarilla, marrón verde o rojiza.
De hecho, estos ojos le dan una visión aguda y una excelente capacidad para cazar en condiciones de poca luz. Siguiendo con su tamaño, el gato leopardo asiático es considerado un felino de tamaño mediano, similar a un gato doméstico y al gato de cabeza plana, también del género Prionailurus.
En este gato, destacan unas extremidades finas pero musculosas, adaptadas para la caza y el movimiento ágil. Es más, sus patas traseras, más largas que las delanteras, le proporcionan una mayor capacidad de salto y agilidad al trepar árboles.
Y, en las terminaciones de las patas, el gato leopardo posee unas garras retráctiles que le brindan un gran poder de sujeción y agarre. Su forma afilada y curva, le permite trepar árboles con facilidad y mantener un firme control sobre su presa durante la caza. Así, con un cuerpo esbelto y flexible pero fuerte en sus extremidades, puede moverse con destreza a través de la densa vegetación de su hábitat natural.
Hábitat
El gato leopardo vive en Asia, concretamente en India, Bangladesh, Nepal, Bután, Myanmar, Tailandia, Vietnam, Laos y Camboya. En realidad, es un animal muy adaptable por lo que habita en una amplia gama de entornos naturales, desde densas selvas tropicales hasta manglares y bosques de tierras bajas.
No obstante, prefiere áreas con densa vegetación y acceso a cuerpos de agua, ya que se siente cómodo cazando tanto en tierra firme como en ambientes acuáticos. De hecho, su habilidad para trepar árboles y nadar lo distingue de otros felinos, permitiéndole explorar y aprovechar gran variedad de recursos.
El Prionailurus bengalensis es conocido por su comportamiento solitario y territorial. Por consiguiente, establece un territorio que puede abarcar varios kilómetros cuadrados, mediante orina, rasguños en los árboles y su propio olor.
Igualmente, este felino es principalmente nocturno, por lo que posee unos sentidos agudos, como la vista y el oído. Al contrario, durante el día, el gato leopardo asiático tiende a descansar en refugios ocultos, como cuevas o densa vegetación. Así, se encuentra protegido del calor y los depredadores mientras duerme.
Aunque el gato leopardo asiático es un cazador solitario, comparte su nicho ecológico con otros félidos, como el tigre y el leopardo. Dado que estas panteras tienen diferentes tamaños y hábitos de caza, coexisten sin una competencia directa significativa por recursos. Sin embargo, cuando se encuentran, evitan el contacto y suelen mostrarse respeto mutuo manteniendo distancias.
Alimentación y caza
Como carnívoro estricto, el gato leopardo come ratones, ratas, ardillas, liebres, conejos, aves de pequeño y mediano tamaño, lagartos, serpientes, ranas e incluso peces de arroyos y ríos cercanos a su hábitat.
Debido a la variedad de hábitats donde puede vivir, la alimentación del Prionailurus bengalensis varía según la disponibilidad de presas. De cualquier manera, en promedio un gato leopardo adulto puede consumir aproximadamente 1 a 1.5 kilogramos de alimento por día.
Siguiendo con su técnica de caza, el gato leopardo asiático es un depredador sigiloso y ágil.
Debido a su poderosa visión nocturna y su oído desarrollado es capaz de detectar presas potenciales sin ser detectado. Así, una vez que ha identificado a su presa, se acerca lentamente desde el suelo o desde algún árbol cercano.
Cuando la distancia es adecuada, el Prionailurus bengalensis realiza un ataque rápido y preciso, utilizando sus garras afiladas y dientes para someter a su presa. Sin embargo, también es capaz de saltar largas distancias para sorprender a su presa y atraparla con sus garras. Por último, tras capturar a su presa, este felino la transporta a un árbol o refugio, donde puede alimentarse sin ser molestado.
Celo y cortejo
Durante el celo, las hembras del gato leopardo emiten feromonas y dejan señales en los árboles para atraer a los machos. En realidad, estas feromonas indican su disponibilidad para el apareamiento y pueden ser detectadas por los machos a gran distancia. El macho, al percibir estas señales busca y se acerca a la hembra, dando lugar al cortejo.
Durante el cortejo, el macho muestra comportamientos como frotar su cabeza y cuerpo contra la hembra. También, emite sonidos suaves muy distintivos mientras realiza movimientos juguetones con la hembra. En caso de ser aceptado por la hembra, la gata de Prionailurus bengalensis juega y se frota con él, estableciendo la conexión entre ambos, preludio del apareamiento.
Reproducción
Tras la cópula y fecundación, la hembra del gato con manchas de leopardo tiene una gestación que dura aproximadamente entre 60 y 70 días. Durante este período, la hembra buscará un lugar seguro para dar a luz a sus bebés.
Una camada típica consta de 2 a 4 cachorros, aunque pueden nacer hasta 6 en algunos casos. Al nacer, los gatos bebé leopardo son ciegos y totalmente dependientes de su madre. Durante las primeras semanas de vida, la hembra se encarga de alimentarlos y protegerlos en una guarida oculta, mientras el macho puede mantenerse alejado de la camada.
Sobre todo, la madre juega un papel crucial en la crianza de los cachorros y la supervivencia de la subespecie Prionailurus bengalensis. Así, les proporciona leche materna y los cuida hasta que puedan valerse por sí mismos.
A medida que los cachorros crecen, comienzan a explorar su entorno cercano bajo la supervisión de la madre, quien les enseña habilidades de caza y otras conductas necesarias para sobrevivir.
Al contrario, el macho generalmente no está involucrado directamente en el cuidado de los cachorros. Por eso, una vez que el macho ha cumplido su función de apareamiento, tiende a seguir con su vida solitaria. Sin embargo, en algunos casos excepcionales, los machos permanecen cerca del lugar de nacimiento para otorgar protección.
Alrededor de los 6 meses de edad, los gatitos con manchas de leopardo ya tienen las habilidades esenciales para sobrevivir. Y, alrededor de los 1,5 a 2 años de edad, los cachorros alcanzan la madurez sexual y se separan de su madre para establecer su propio territorio y reproducirse.
Estado de conservación
Este felino es común en la naturaleza y su hábitat, por lo que el gato leopardo asiático (Prionailurus bengalensis) no está en peligro de extinción y su catalogación es la de “preocupación menor”.
La expansión agrícola y la fragmentación del hábitat son los mayores problemas a los que se enfrenta. Sin embargo, la adaptabilidad del felino sigue siendo un factor esencial para su supervivencia.