Jaguarundi | Yaguarundí (Herpailurus yagouaroundi)
El Jaguarundi, también conocido como yaguarundí (Herpailurus yagouaroundi), es un felino de tamaño mediano pero gran cola nativo de México y Sudamérica. Aunque es similar anatómicamente al Puma, el jaguarundi pertenece al género animal Herpailurus, del que es el único miembro.
Características
El cuerpo del jaguarundi es alargado y delgado, con extremidades cortas. De hecho, el tamaño del yaguarundí es un poco más grande que un gato doméstico entre 53 y 77 cm. Sin embargo, posee una cola de hasta 60 centímetros de largo sobre una altura corporal de unos 30 centímetros y un peso promedio de 7 kg.
Siguiendo con su pelaje, corto, suave, denso y con una variabilidad de coloración y tonos que van desde el grisáceo hasta el marrón rojizo. No obstante, existen también ejemplares más oscuros con tonos marrones e incluso negros. A medida que envejecen, su pelaje tiende a volverse más uniforme, pero los ejemplares jóvenes de Herpailurus yagouaroundi muestran un patrón moteado.
La cabeza del jaguarundi es pequeña, redondeada y muy similar visualmente a la del género puma, acompañada de orejas cortas y redondeadas. Sus ojos grandes y de varias tonalidades que van desde el amarillo y ámbar hasta el marrón oscuro y negro, revelan su adaptación a la vida nocturna. Aunque su mandíbula es menos poderosa que la de felinos más grandes, compensan esta limitación con su agilidad y velocidad.
Así, aprovechando su estructura corporal flexible, largas extremidades y garras retráctiles, pueden acechar a sus presas en vegetación densa. Por último, su cola, muy larga y tupida, no presenta las marcas distintivas comunes en otros felinos, terminando en una punta redondeada.
Hábitat
El yaguarundí es nativo de América, donde habita en una amplia gama de hábitats de todo el continente. Concretamente, el jaguarundi vive en México, toda Sudamérica y pequeñas poblaciones en Estados Unidos situadas en Texas y Arizona.
Cabe destacar que este felino no es de un solo entorno y se adapta a diversos lugares, desde selvas tropicales hasta áreas de matorrales y pastizales. Sobre todo, tiene una preferencia por ambientes con vegetación densa, en zonas de arbustos espesos y áreas forestales.
Dentro de su nicho ecológico, el jaguarundi desempeña un papel vital como depredador de pequeñas presas. Debido a su su estructura corporal ágil y flexible, se mueve con facilidad a través de la profunda vegetación, acechando aves, roedores y otros pequeños animales.
Comparte hábitat con otros felinos como el puma, el ocelote y el margay, aunque tiende a evitar confrontaciones directas debido a su pequeño tamaño en comparación. Respecto a su rutina, el jaguarundi es más activo durante el día, lo que lo distingue de muchos otros felinos que son predominantemente nocturnos. Sin embargo, su comportamiento puede variar según la región y la presión de depredadores o competidores.
Por último, es remarcable que el la Herpailurus yagouaroundi no es excesivamente territorial. De hecho, puede compartir áreas con otros individuos de su especie, especialmente en regiones donde las presas son abundantes.
Alimentación y caza
La alimentación y caza del Jaguarundi está estrechamente ligada a su anatomía y hábitat. Por ello, el también denominado Yaguarundí, come aves, roedores, conejos, reptiles, insectos y otros animales pequeños accesibles en su hábitat.
Debido a su tamaño relativamente pequeño en comparación con otros felinos, el jaguarundi depende más de la velocidad, la agilidad y la astucia en lugar de la fuerza bruta para cazar presas. Así, acecha y embosca a sus presas escondido en la vegetación, y se lanza con un ataque rápido y sorprendente abandonando su cobertura.
La flexibilidad de su mandíbula y la longitud de sus patas le brindan una ventaja al perseguir a las presas en espacios estrechos y entre la vegetación densa. En realidad, su preferencia por áreas con vegetación densa influye en la elección de sus presas, ya que estas áreas están repletas de roedores.
Por último, posee una gran capacidad para adaptarse a diferentes horarios de caza, lo que le permite aprovechar diferentes presas que pueden estar más activas en momentos específicos.
Celo y cortejo
Durante la primavera y verano, la hembra de jaguarundi entra en celo y presenta comportamientos típicos de los felinos, como vocalizaciones y marcado de territorio con orina y rasguños. Después, comienza un cortejo en el que los machos pueden perseguir y alcanzar a las hembras receptivas, mostrando comportamientos de juego y exhibiendo sumisión. Mientras tanto, las hembras emiten llamadas para atraer a los machos, y una vez aceptan al macho, participan en interacciones como frotamientos y lamidos mutuos.
Finalmente, se da lugar a un apareamiento breve pero intenso, que puede repetirse varias veces durante este periodo. Además, la especie Herpailurus yagouaroundi es polígama, por lo que la hembra puede aparearse con varios machos diferentes en un corto período de tiempo.
Reproducción
La reproducción del jaguarundi es variable y puede ocurrir desde finales de la primavera hasta principios del otoño. Con una gestación de 70 a 75 días y una camada de uno a cuatro cachorros, la madre de yaguarundí da a luz en una madriguera o cueva protegida.
Los recién nacidos son completamente dependientes de su madre ya que nacen ciegos y sin apenas pelaje, lo que marca el inicio de una fase intensiva de cuidados maternales.
Por esta razón, durante las primeras semanas la madre provee leche rica en nutrientes a los cachorros, permitiéndoles crecer y desarrollarse. La lactancia es fundamental para su supervivencia, ya que los pequeños Jaguarundis no son capaces de alimentarse por sí mismos en sus primeros días de vida. Además, al tenerlos junto a su cuerpo, se mantiene la temperatura corporal de los cachorros estable.
Con el tiempo, los cachorros comienzan a explorar su entorno cercano y a interactuar entre ellos. A través del juego, los bebés de Herpailurus yagouaroundi practican movimientos y comportamientos esenciales para su futura vida como cazadores. Además, a imitación de la madre comienzan a utilizar el acecho y el ataque con pequeños animales, como insectos.
Debido al rápido crecimiento de los jaguarundi, enseguida tienen suficientes habilidades de caza, volviéndose gradualmente más independientes de su madre y mas confiados con el entorno.
Así, en algún momento a partir de los seis meses de vida, se separan de su madre y hermanos para comenzar su vida solitaria y búsqueda de territorio.
Estado de conservación
El jaguarundi o yaguarundí (Herpailurus yagouaroundi) no está en peligro de extinción y su catalogación es de “Preocupación menor”. Actualmente este animal goza de unas poblaciones estables y un ciclo de reproducción firme y sólido. La concienciación y la preservación de hábitats es clave para que este y otros animales sigan viviendo sin amenazas en la naturaleza.