Margay | Maracayá (Leopardus wiedii)

El margay o maracayá (Leopardus wiedii) es un pequeño gato y felino arbóreo de larga cola, muy similar al ocelote, nativo de América Central y América del Sur.

Margay | Maracayá (Leopardus wiedii)

Características

Los margays son felinos pequeños y elegantes, con un cuerpo delgado y ágil. Como media, los machos miden entre 75 y 100 centímetros incluyendo la cola, mientras que su altura hasta el hombro es de aproximadamente 30 centímetros. En cuanto a su masa corporal, el peso del denominado maracayá varía de 2 a 4.5 kilogramos.

Margay o maracayá en un árbol (Leopardus wiedii)

El pelaje del margay es suave con una base de color gris, marrón claro o incluso amarillo con manchas, rosetas y rayas oscuras de patrones únicos para cada ejemplar. De manera similar a los gatos del género leopardus, estas marcas les sirven como camuflaje perfecto en su hábitat.

Una característica distintiva del margay es su cola, que es excepcionalmente larga en comparación con su cuerpo. De hecho, la cola del maracayá, de gran flexibilidad, puede medir aproximadamente de 35 a 45 centímetros.

Así, como le ocurre al veloz guepardo, puede mantener el equilibrio mientras corre o se mueve por las ramas de los árboles.

Margay (Leopardus wiedii) o maracayá.

Siguiendo con sus sentidos y habilidades, destaca la adaptación arbórea del Leopardus wiedii. Debido a la forma de su cuerpo, el gato margay es un excelente escalador y se le considera un «felino arborícola«, al igual que el gato ocelote, también del género leopardus. Sus patas traseras son especialmente flexibles, lo que le permite rotar sus tobillos hasta 180 grados. Así, unido a la ya mencionada cola larga, puede saltar de rama en rama y entre las copas de los árboles con gran agilidad.

Los sentidos del margay son esenciales para su vida, y entre ellos destacan la vista, olfato y oídos. Al igual que otros felinos nocturnos, los maracayás tienen ojos grandes y oscuros (en ocasiones completamente negros) que les proporcionan una excelente visión en condiciones de poca luz. Además, su oído y sensible olfato, les permiten detectar el más mínimo ruido y presencia de sus presas o depredadores.

Hábitat

El hábitat del margay abarca una amplia gama de ambientes selváticos y boscosos en América Central y América del Sur. Concretamente, el denominado maracayá vive en México, Brasil, Uruguay y el norte de Argentina.

Leopardus wiedii: Maracayá o margay.

Este felino es altamente adaptable y puede encontrarse en diversos tipos de ecosistemas, siempre que haya una vegetación densa y suficiente cobertura arbórea. Concretamente, el nicho ecológico del margay como gran depredador se sitúa en las selvas, bosques nubosos entre 1,500 y 3,000 metros sobre el nivel del mar y sobre manglares.

Siguiendo con su comportamiento y actividad, el Leopardus wiedii es un animal solitario, territorial y nocturno, por lo que durante el día descansa y duerme. Son especialmente hábiles para trepar árboles y se sienten cómodos en las alturas, lo que les proporciona ventajas para la caza y la evasión de peligros.

Situado en todo tipo de hábitats, este gato puede coincidir ocasionalmente con otros félidos como el yaguarundí, el jaguar del sur y el puma sudamericano.

Alimentación y caza

El margay come pequeños roedores como ratones colicortos, de hierba y domésticos. También, el maracayá complementa su dieta con marmosa, zarigüeya lanuda, puercoespines arborícolas y hurones. Debido a su habilidad para vivir en los árboles, también es capaz de cazar aves y otros pequeños mamíferos como ardillas y ratas trepadoras.

El margay o maracayá (Leopardus wiedii)

Una de las estrategias de caza más impresionantes del margay es su habilidad para atrapar aves y pequeños mamíferos en las copas de los árboles. Usando sus poderosas patas traseras y su cola larga y flexible, este gato es capaz de hacer saltos precisos entre las ramas para emboscar a sus presas desde lo alto. En realidad, esta técnica de caza le brinda una ventaja significativa sobre sus presas, que a menudo no esperan ataques desde esa posición.

Sin embargo, el margay también puede cazar en el suelo, acechando sigilosamente a sus presas en la espesura del bosque. Gracias a sus agudizados sentidos, este felino es capaz de detectar movimientos y sonidos de pequeños animales, permitiéndole sorprenderlos rápidamente.

Finalmente, además de su habilidad para cazar, el margay también complementa su dieta con frutas y otros vegetales cuando es necesario. En consecuencia, se considera al leopardus wiedii un gato muy adaptable a cualquier hábitat mediante el aprovechamiento de todo tipo de recursos alimenticios.

Celo y cortejo

La hembra de margay experimenta una época de celo al año, en los meses más cálidos. Durante este período, los machos buscan a las hembras por la naturaleza mediante sus feromonas y compiten por el derecho de apareamiento.

Siguiendo con el cortejo, los machos tratan de atraer a las hembras mediante vocalizaciones, como maullidos y gruñidos. También, marcan el territorio de la hembra mediante orina y marcas, demostrándoles así su disponibilidad. Una vez que el macho es aceptado, la pareja juega y se persigue por el bosque creando un vínculo que lleva eventualmente al apareamiento.

Reproducción

Tras el apareamiento, la reproducción del margay comienza con un periodo de gestación de la hembra que se extiende entre 76 y 84 días. Durante esta etapa, su cuerpo experimenta una serie de cambios para acomodar y nutrir a los futuros cachorros. Seguidamente, la hembra se retira a un lugar seguro y oculto en la densa vegetación del bosque, preparándose para dar a luz.

Maracaya bebé o margay (Leopardus wiedii)

Las camadas de maracayá suelen consistir en uno a tres cachorros, que nacen ciegos y completamente dependientes de su madre para sobrevivir. De hecho, las primeras semanas de vida pasan con los gatitos escondidos, amamantados y cuidados por su madre.

Alrededor de los dos meses, los pequeños bebés margay desarrollan su agilidad mientras juegan entre sí y descubren sus instintos naturales de caza. También, en ese momento dejan la lactancia por completo tras haberse introducido gradualmente a una dieta de carne fresca por la hembra de Leopardus wiedii.

Margay bebé o maracayá (Leopardus wiedii)

En el transcurso de los meses, los gatos margay se hacen más y más grandes, hasta que entre el mes 9 y el 11 de vida, se separan de su madre. A diferencia de otras especies, el maracayá se separa antes de cumplir la madurez sexual. Por esta razón, el periodo de independencia de este gato del género leopardus puede ser muy peligroso para su supervivencia.

Finalmente, aproximadamente a los 2 años y medio de vida, alcanza la madurez sexual, tiene su propio territorio y está listo para reproducirse.

Estado de conservación

El margay o maracayá (Leopardus wiedii) no está en peligro de extinción y su estado de conservación es “casi amenazado”.

Al igual que la mayoría de felinos sudamericanos, la pérdida y fragmentación del hábitat es la amenaza más grande a la que se enfrenta. Sin embargo, organizaciones como Panthera, protegen y llevan un control del hábitat y las poblaciones de los felinos, como el Leopardus wiedii.