Prionailurus: Los gatos salvajes acuáticos.
Prionailurus es un género animal de la familia de los felinos que comprende cinco subespecies de gatos salvajes situados en Asia. De entre sus características más relevantes, destaca el gusto por el agua, la vida en ambientes húmedos y la caza de peces para alimentarse.
(Prionailurus bengalensis)
A pesar de su pequeño tamaño, el felino conocido como el gato leopardo asiático, es un depredador ágil y sigiloso capaz de cazar todo tipo de animales de su hábitat. Además, destacan las manchas que posee a lo largo de su pelaje, muy similares a las de un leopardo.
(Prionailurus rubiginosus)
Debido a su color rojizo y grisáceo, este gato que vive exclusivamente en la India, recibe el nombre de herrumbroso. En consecuencia, su pelaje está bañado de manchas y círculos rojos y negros que hacen patrones únicos para cada ejemplar de estos gatos ágiles y veloces.
(Prionailurus viverrinus)
Como su nombre indica, este felino de Prionailurus es un experto cazador de peces. Por eso, vive cerca de manglares, humedales o ríos situados en el sudeste asiático. Además, es capaz incluso de nadar y sumergirse en el agua para atrapar presas con sus garras.
(Prionailurus planiceps)
El característico aplanamiento de cabeza del felino, da nombre a este pequeño gato asiático al que le encanta el agua. Por ello, similar al gato pescador, este gato de coloración parda y cabeza rojiza, es un gran cazador de peces, ranas y crustáceos.
(Prionailurus bengalensis iriomotensis)
El felino endémico de la isla de Iriomote japonesa, es una subespecie del gato leopardo. Aunque comparten anatomía, este gato en peligro crítico de extinción, es de menor tamaño y no posee las características manchas de leopardo en su pelaje.
Estado de conservación
En promedio, el estado de conservación del género prionailurus es vulnerable. Mientras que el gato leopardo, el gato pescador y el gato herrumbroso no tienen una situación preocupante, el gato de Iriomote y el gato de cabeza plana sí se encuentran en peligro de extinción.
La pérdida de hábitat debido a la deforestación, la expansión agrícola y la urbanización es una de las principales preocupaciones. En realidad, la degradación y fragmentación de los ecosistemas naturales limitan el espacio disponible para estos felinos, afectando su capacidad para encontrar alimento, refugio y establecer territorios.
La organización «Tigers forever» centrada en la conservación de tigres, también beneficia a otras especies de felinos asiáticos que comparten su hábitat, entre los que se encuentran los gatos del género Prionailurus.