Puma centroamericano (Puma concolor costaricensis)
El Puma Centroamericano (Puma concolor costaricensis), también conocido como Puma Costarricense, es una subespecie única de puma que habita en la región de Centroamérica.
Características
Con una longitud corporal que puede alcanzar hasta 2.4 metros, incluyendo la cola, el Puma Centroamericano es un felino considerado de tamaño mediano a grande, siendo los machos más grandes que las hembras. Su cuerpo es robusto y musculoso, adaptado para la caza y el movimiento ágil en su entorno natural. Además, las extremidades delanteras poseen garras retráctiles que le permite trepar y capturar presas con destreza.
Siguiendo con su pelaje y piel, el puma Centroamericano posee pelo corto, denso y suave al tacto. Presenta una variación de colores que van desde el marrón oscuro y rojizo, hasta un tono más claro en la zona interna, generalmente con pequeñas manchas de distinta tonalidad a lo largo del mismo. De manera similar a otros felinos, esta coloración actúa como camuflaje en su nicho ecológico. Así, puede ocultarse y mantenerse escondido para atrapar a sus presas por sorpresa.
La cabeza del Puma centroamericano es proporcionalmente grande, con orejas redondeadas y pequeñas. Debido a sus ojos ubicados en la parte frontal de la cabeza, posee una visión binocular aguda. Sobre todo, destaca la percepción de profundidad mejorada de estos animales para cazar con precisión.
Justo debajo, las mandíbulas del puma costarricense son fuertes y poderosas, adaptadas para capturar y sujetar a sus presas. Y así, con una dentadura afilada de colmillos largos y grandes molares, pueden desgarrar la carne con facilidad.
La cola del Puma concolor costaricensis, larga y musculosa, puede alcanzar hasta un tercio del tamaño total del cuerpo. El motivo de la longitud de la cola es la función de equilibrio que otorga al felino mientras corre y salta. Además, puede utilizarse como una herramienta de comunicación visual, ya que el puma puede moverla y levantarla en diferentes posiciones para expresar emociones o señales de advertencia a otros individuos de su especie.
Por último, este felino es conocido por su agilidad, lo que conlleva una notable velocidad y gran capacidad de salto. Concretamente, el puma centroamericano alcanza velocidades de hasta 80 kilómetros por hora con saltos de 6 metros horizontalmente y hasta 4 metros verticalmente.
Hábitat
El puma centroamericano vive en Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y partes de México. En realidad, el felino es muy adaptable, por lo que su hábitat y nicho ecológico se compone de áreas boscosas, montañosas, selvas tropicales, bosques nubosos, manglares y zonas costeras. Asimismo, el Puma concolor costaricensis es capaz de habitar en diferentes altitudes, desde tierras bajas hasta zonas de montaña.
Siguiendo con su comportamiento, este tipo de puma es un animal solitario y territorial. Por esta razón, cada puma costarricense establece un rango de territorio que puede abarcar desde decenas hasta cientos de kilómetros cuadrados, dependiendo de la disponibilidad de presas y recursos. Del mismo modo, este tamaño puede variar también en función del género y la edad del puma, siendo los machos los que tienen territorios más grandes que las hembras.
Aunque tienden a vivir en soledad, el Puma concolor costaricensis puede tolerar de forma pacífica la presencia de otros individuos en sus territorios, especialmente durante la temporada de reproducción.
Por último, cabe destacar que el puma centroamericano es crepuscular y nocturno. Durante el día, suele descansar y buscar refugio en áreas con cobertura vegetal densa, como cuevas, cuevas de rocas o espesos matorrales. Y, por la noche, aprovechan la oscuridad y el camuflaje de su piel para cazar con su excelente visión nocturna.
Alimentación y caza
Como felino y depredador carnívoro, el puma centroamericano come venados, zorro pelón, monos colorados, monos carablanca, puerco espines, agutíes, coatíes, aves roedores y reptiles, entre otros. De hecho, su dieta es diversa e incluye una variedad grande de especies al vivir en un nicho ecológico con muchas posibilidades.
La cantidad de alimento que consume un puma costarricense se estima entre 2 y 3.5 kilogramos de carne en una sola comida. No obstante, en situaciones de escasez, este felino puede sobrevivir durante varios días sin alimento, estableciendo periodos de descanso más largos.
Siguiendo con su técnica de caza, el puma centroamericano es un acechador sigiloso. Debido a su aguda visión y excelente camuflaje durante la noche, puede acercarse sigilosamente a sus presas. Así, una vez que se encuentra lo suficientemente cerca, realiza un rápido y poderoso salto para abalanzarse sobre la presa, generalmente derribándola con un golpe certero en la cabeza o el cuello. Por esta razón, con esta fuerza y agilidad, el Puma concolor costaricensis derriba presas que superan su propio tamaño corporal.
Aunque no es una pantera, el puma costarricense también es considerado un superdepredador. Debido a su adaptabilidad, versatilidad y oportunismo, ajusta su dieta según la disponibilidad de presas en su entorno. Por ello, puede sobrevivir en hábitats diversos y enfrentar cambios constantes en la disponibilidad de recursos alimenticios.
Celo y cortejo
El celo y el cortejo en el puma centroamericano forman parte del comienzo reproductivo de esta especie. Durante el período de celo, las hembras muestran signos físicos y comportamentales que indican su receptividad sexual. Sobre todo, destacan vocalizaciones especiales, cambios en su comportamiento y la liberación de feromonas para atraer a los machos.
Así, cuando macho y hembra de pumas costarricenses se encuentran, realizan un cortejo que incluye movimientos suaves y elegantes, frotamiento de cabezas, olfateo mutuo y vocalizaciones específicas. Además, destaca cómo este tipo de puma se involucra en persecuciones juguetonas con saltos el uno sobre el otro.
Finalmente, cabe destacar que este comportamiento es fundamental en el Puma concolor costaricensis. Así, con la liberación de las feromonas, hay más probabilidad de éxito en la fecundación y la posterior supervivencia de la especie.
Reproducción
El apareamiento del puma centroamericano, breve pero intenso, da comienzo a la reproducción del felino. Cabe destacar que esta especie es polígama, por lo que los encuentros reproductivos pueden ocurrir en múltiples ocasiones durante el período de celo. En realidad, esta es una peculiaridad de todos los tipos de pumas como método para aumentar las posibilidades de fecundación.
Después del apareamiento, la hembra lleva a cabo la gestación con una duración promedio de 95 días. Una camada típica de puma costarricense consta de dos a cuatro crías, aunque pueden nacer hasta seis, en casos excepcionales.
De manera similar al resto de felinos, los cachorros son altriciales al nacer. Es decir, son totalmente dependientes de su madre para alimentarse y protegerse. Debido a esta gran vulnerabilidad, la madre amamanta a sus crías y los protege en la guarida donde nacieron durante las primeras semanas.
A medida que los cachorros crecen, comienzan a explorar su entorno y a recibir una dieta complementaria de carne regurgitada por la madre. De cualquier manera, los pequeños pumas permanecen junto a ella durante aproximadamente un año y medio, recibiendo enseñanzas sobre caza y supervivencia.
Después de este tiempo, se independizan gradualmente y comienzan a buscar su propio territorio. Aunque de forma indirecta, en ocasiones el macho protege el territorio donde nacieron sus crías. De este modo, proporciona una barrera contra otros machos que podrían representar una amenaza para los cachorros.
Estado de conservación
El Puma Centroamericano o costarricense (Puma concolor costaricensis) no está en peligro de extinción aunque está catalogado como «Casi Amenazado». Sobre todo, sus amenazas son la pérdida de hábitat, caza ilegal, fragmentación genética y el cambio climático.
Para fomentar su conservación, se están implementando medidas como la creación de áreas protegidas, corredores biológicos y educación para promover la coexistencia pacífica. También, se ha fortalecido la legislación, investigación y monitoreo para comprender mejor las necesidades de este puma. En consecuencia, en Costa Rica este puma está protegido por la Ley de Conservación de la Vida Silvestre y la Ley Orgánica del Ambiente.